El viejo y el mar




AUTOR: Ernest Hemingway

AÑO DE PUBLICACIÓN: 1952

EDITORIAL: DeBolsillo

GÉNERO: Novela ficción

SINOPSIS: Un viejo pescador emprende su última travesía de pesca y logra dar con una gran pieza contra la que tendrá que luchar duramente. Cuando por fin consiga matarla, se verá obligado, por su desmesurado tamaño, a atarla a un costado de la barca, y de regreso a la costa tendrá que afrontar los ataques de los tiburones a su pieza. La vejez, el mar, la lucha del hombre con la naturaleza, el esfuerzo físico, la derrota y la victoria, el sol del trópico o el destino son algunos de los elementos con que Hemingway teje esta verdadera historia inmortal.


RESEÑA: Comencé a leer esta historia sin haber leído siquiera la sinopsis aunque sin embargo llevaba bastante tiempo queriendo leerlo pero nunca encontraba ese pequeño “empujoncito” que lo lograra. Por fín, y gracias al club de lectura lo he leído y la verdad es que no me arrepiento de nada. 

Es un libro muy sencillo y de fácil lectura que hace que la lectura sea bastante amena. Tiene una jerga especializada en el arte de la pesca y algunas palabras las he tenido que buscar en el diccionario porque no sabía exactamente que significaba pero hay que tener en cuenta que escribió este libro mientras pescaba con un amigo en Cuba.  A pesar de lo corto que es el libro hay algunos momentos que se hace algo “largo y pesado”.

El viejo y el mar nos cuenta la historia de un viejo pescador llamado Santiago que lleva 84 días sin pescar nada. Su joven ayudante, Manolín, se encarga de ayudarle llevándole sardinas, comida, cena.. El día 85, decide salir a “la mar” y adentrarse más profundamente para conseguir pescar algo. Cada vez se aleja más del puerto y comienza a ver los barcos de sus compañeros más pequeños, cuando lanza el sedal con cebos de bonito, captura un pez espada que pica en el anzuelo, sin embargo, Santiago intenta recoger el sedal pero pesa demasiado y el pez le comienza a arrastrar a traves del agua tranquila. Lo capturó a las 12 de la mañana y durante toda la noche el pez seguía tirando del sedal, arrastrándolo, ya no veía tierra pero él no estaba preocupado porque podía orientarse con La Habana, con la luna…
Durante toda la noche y toda la mañana no dejaba de repetir:

“Ojalá el muchacho estuviera aquí”

Después de una dura lucha con el pez, sus manos estaban ensangrentadas por las heridas del sedal y agarrotadas, la espalda entumecida,  y el pez seguía nadando y nadando, Santiago solo pudo dormir un par de horas en días. Durante todo ese tiempo, se sentía mareado, no veía bien. Al fín con un arpón consiguió matar al pez espada que se quedo con la tripa hacia arriba y el agua que lo rodeaba llena de sangre.

No necesitaba una brújula para volver a casa, sólo necesitaba seguir la brisa.

Mientras arrastraba el pez para volver a casa, solo tardó una hora en llegar el primer tiburón y con el arpón, consiguió matarlo. Ahora el pez sangraba y el resto de tiburones se sentirían atraídos por el.  Al cabo de dos horas, volvió a ver dos tiburones y continuó luchando contra ellos.

Ya por la noche vio las luces de la ciudad y después de luchar contra una manada de tiburones, por fín llego a puerto y allí se dio cuenta de lo cansado que estaba, llegó a su cama y se durmió.

A la mañana siguiente el muchacho lo encontró con las manos ensangrentadas. Manolín fue a por café para Santiago mientras otros pescadores cuidaban la barca y el aparejo. Cuando Santiago despertó le contó que había sido derrotado y Manolín le dijo que le dba igual lo que su familia pensara, iba a salir a pescar con él y que el pondría la suerte.

Mi calificación para este libro es de 3/5 porque me ha gustado, sin embargo en algunos momentos de la trama me ha resultado algo pesado.

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